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Los domingos a las 15:00 comenzamos con kirtans, cantos devocionales que ayudan a calmar la mente y conectar el corazón con el sonido de los nombres de Krishna. No es necesario saber cantar, solo dejarse llevar por la vibración del canto.
A las 16:00 practicamos meditación con el Maha Mantra: "Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare". Como explicó Śrīla Prabhupāda, repetir este mantra purifica la mente y nos acerca al Señor, disipando la ansiedad y las dudas.
A las 16:15 iniciamos la clase de Bhagavad Gītā, donde exploramos las enseñanzas de Krishna a Arjuna sobre cómo vivir con conciencia, superar dudas y encontrar propósito en medio de los retos de la vida.
A las 17:15 hacemos Gaura Arati, un ritual de luz y canto dedicado al Señor Caitanya Mahaprabhu, que simboliza la entrega y el amor hacia Dios, creando un ambiente de paz y devoción.
Y a las 18:00 compartimos un banquete sagrado, el prasadam, comida ofrecida primero a Krishna y luego servida con amor para nutrir cuerpo y alma.
Los martes, de 11:00 a 13:00, nos reunimos para leer historias que han viajado siglos, atravesando desiertos, junglas y ciudades, hasta llegar a nosotros. Historias de héroes y dioses, batallas que no solo se luchan con espadas, sino en el corazón: el Mahābhārata, el Rāmāyaṇa, las aventuras de Krishna y otras joyas de la tradición.
No es solo lectura, es una invitación a entrar en esos mundos vivos, a escuchar voces antiguas que todavía susurran preguntas sobre el amor, el deber, la valentía y la compasión. Aquí no hay prisa. Entre página y página compartimos un té, una infusión o un dulce —lādū, sencillamente maravilloso— para acompañar el viaje.
Este club es un refugio para las almas curiosas que buscan nutrirse con historias que despiertan y transforman.
Los miércoles por la tarde, cuando la ciudad comienza a calmarse y la luz se vuelve más suave, abrimos la Bhagavad Gītā. No como quien estudia un libro antiguo, sino como quien escucha una voz que sigue viva. Una conversación íntima entre Krishna y Arjuna, en medio de un campo de batalla que, con el tiempo, hemos descubierto que no está tan lejos: a veces está justo aquí, dentro de nosotros.
La Gītā no ofrece respuestas fáciles. Pero da algo más raro y más valioso: perspectiva. Da palabras cuando faltan, coraje cuando todo se nubla. Leyéndola, uno no se siente pequeño, sino acompañado.
Henry David Thoreau escribió:
"Por las mañanas sumerjo mi intelecto en la filosofía colosal y cosmogónica del Bhagavad Gītā; en comparación, nuestro mundo moderno y su literatura me parecen insignificantes y triviales."
Nos reunimos de 18:00 a 20:00. El ambiente es tranquilo, sin pretensiones. Leemos juntos, compartimos reflexiones, a veces en silencio, a veces en voz alta. No importa si es la primera vez o la centésima: la Gītā siempre dice algo nuevo.
Los jueves, a las 18:00, el lenguaje cambia.
Ya no hablamos para explicar.
Cantamos para recordar. Para disolver la mente.
Para rendirse sin perderse.
Los kīrtans son cantos devocionales. Se repite el maha-mantra —Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare— en un flujo que a veces empieza suave, casi tímido, pero luego… algo sucede. La sala vibra, los cuerpos se levantan, los ojos se cierran. Y sin darte cuenta, estás bailando con algo más grande que tú.
No se trata de religión. Se trata de presencia.
De dejar que el sonido nos vacíe por dentro y nos llene de otra cosa —algo más limpio, más antiguo, más verdadero.
Incluso la ciencia se ha rendido ante esto: estudios en neurociencia muestran que el canto grupal regula el sistema nervioso, reduce los niveles de cortisol (estrés) y activa regiones del cerebro asociadas con la empatía, la conexión y la alegría. El ritmo, la repetición y la vibración sonora crean una armonía colectiva que no se puede imitar. Solo vivir.
Y entonces, por un momento —mientras el mridanga late como un segundo corazón— todo encaja. Todo está bien.
Y tú también.
Los viernes, de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00, HOGAR108 es tu espacio sin filtros ni etiquetas.
Aquí cantamos kīrtans: canciones repetitivas que elevan la mente y abren el corazón, no para un público, sino para ti mismo. Es un movimiento, una vibración que conecta y transforma.
También compartimos prasādam: comida sencilla, como infusiones y dulces, ofrecida con amor y respeto, para nutrir cuerpo y alma.
Hay talleres, juegos, debates, y proyectos de retiro. Un lugar para explorar, para apoyarte y para construir amistades que duran.
No es un club, es un hogar.
El sábado, a las 19:00, salimos a las calles de Alicante con un propósito: compartir el santo nombre de Krishna. El harinām es más que cantar en grupo; es un acto de compasión profunda, una semilla de paz que plantamos en medio del ruido de la ciudad.
Cuando entonamos el nombre sagrado, abrimos un espacio donde la alegría y la esperanza pueden florecer. Las voces se unen con el latir de los tambores y las calles se llenan de una energía que toca a todos, a los que caminan y a los que escuchan.
Este canto colectivo es un puente invisible que conecta corazones, un recordatorio de que no estamos solos, que hay algo más grande que nos sostiene y nos guía.
Únete a nosotros. Ven a experimentar la fuerza y la belleza de compartir el santo nombre, y deja que esta experiencia transforme tu día y el de quienes te rodean.
Lugar de Encuentro: Pl. de la Muntanyeta, 03001 Alicante
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